lunes, 20 de septiembre de 2010

Jefferson Montero y la experiencia de Valencia.

Ecuador es un país tradicional en la mayoría de aspectos de su sociedad. Si cuestiones de supervivencia como no pasar hambre o tener derecho a una vivienda medio digna son problemas más que diarios en la sociedad ecuatoriana, aspectos como el deporte u otras formas de aprendizaje o de culturización son ampliamente superfluos. Es un país emergente en todo, que lucha cada día por ir dejando atrás el tren de la pobreza y de las injusticias. El fútbol para muchos es la única salvación si los hijos o amigos consiguen cruzar el charco y tienen suerte en el mundo civilizado. No es lo más importante, pero también existe.

Y es que Ecuador, en cuanto al fútbol, no tiene todavía los cimientos necesarios en el fútbol base para conseguir ser una fuente más que aceptable de futbolistas interesantes y que otros países del mismo continente sí que poseen a estas alturas de siglo. A pesar de que sólo ha participado en dos Copas del Mundo de la FIFA (2.002 y 2.006), y de que junto a Venezuela y Chile, son las únicas naciones que no tienen en sus vitrinas la Copa América, tienen una ventaja sobre ellas, gracias a la buena hornada de jugadores que está saliendo: su recorrido tiene todavía un margen amplio de mejora.

Tras los Iván Kaviedes, Edison Méndez o Carlos y Edwin Tenorio, la sabia nueva a la tri está llegando. El nuevo ídolo es Luis Antonio Valencia, el jugador del United, que antes lo fue del Wigan. Es la nueva esperanza del fútbol ecuatoriano, un fútbol que quiere crecer de forma importante pero con paso firme y seguro.


Sin embargo, la adaptación de estos furtbolistas a nuestra liga, o alguna otra liga europea, nunca fue ni es fácil. Kaviedes lo pasó mal en Valladolid, Oporto y Celta, y sólo ha destacado con clubes de su liga doméstica, y es sólo un ejemplo de tantos.
Valencia no lo tuvo fácil en Villarreal, y donde, sólo gracias a una cesión al Recreativo de Huelva, pudo hacerse un nombre en el fútbol europeo. Y casualidades de este juego, un ecuatoriano vuelve a entrar en escena en Vila-Real.

En la casa amarilla, puede ocurrir un hecho similar. El caso del veloz Jefferson Montero es muy similar al de Valencia, en su momento, en el conjunto del submarino.
Tras su llegada procedente del Independiene Jose Terán local, se ha podido observar que condiciones no le faltan al futbolista de Babahoyo. Velocidad, regate, descaro, y gol son los credenciales que han podido observar durante la temporada 2009-2010, muchos de los clubes de la Liga Adelante, donde el filial amarillo hacía su debut tras el ascenso de categoría.
Y creo sin embargo, que es lo mejor que le ocurrió a Jeff, algo de lo que no pudo disfrutar Valencia a su llegada por encontrarse el segundo equipo en Tercera, categoría no apta para el desarrollo de futbolistas que se pretende se codeen en el fútbol profesional.

La buena campaña de Valencia en Huelva y el interés de otros equipos por el ecuatoriano, fueron los detonantes de la salida de uno de los mejores jugadores de Sudamérica, ya por aquel entonces. Llaneza no se equivocó, una vez más, pero posiblemente su individualismo condenó al Trencita a abandonar un gran barco y a escoger otro que pudo no llegar a buen puerto, pero que finalmente le permitió catapultarse al panorama del fútbol europeo.

La cuestión con Montero es de mucha similitud. Quizás tiene más velocidad que el jugador hoy del United, es más incisivo, y podría hacer más daño aún más, si hiciera del juego colectivo algo suyo. Por que cualidades no le faltan, con esa arrancada descomunal, pero ese excesivo individualismo le pueden condenar al igual que su amigo.
Sin embargo, el curtirse en una de las mejores canteras de España, el palpar su filosofía, el asimilar conceptos tácticos importantes que a veces, por la escasez de conocimiento en el fútbol sudamericano, no existen , le pueden permitir una adaptación y consolidación total al grupo.

Es la hora de Montero, el nuevo representante del fútbol de Quito en nuestro país. Si él quiere y le dejan triunfará, porque sólo ver su movilidad, sus movimientos automatizados, su descaro, le hacen ser, uno de los jugadores diferentes de la liga, y que le darán al Villarreal un plus de calidad. Pero sin olvidar el caso de Valencia, su experiencia fallida le puede venir a genial al nuevo cheriff de El Madrigal, al nuevo velocista amarillo.

4 comentarios:

  1. Que el filial esté en Segunda y no en Tercera es un tanto a su favor, más facilidades para seguir creciendo. El año pasado se salió en la Liga Adelante, le veo muy bien y puede hacerse un nombre en Vilarreal. En Europa League no supo aprovechar la oportunidad, que empiece a hacerlo porque vuelan! xD

    Un saludo David! Espero que todo bien, ya me comentarás :D

    ventanadefutbol.blogspot.com

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  2. Muy buen artículo David.
    Como dice Jo22 es una ventaja que el filial esté en Segunda.
    Saludos desde La Escuadra de Mago

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  3. Un artículo muy interesante por la comparación, ya que estoy totalmente de acuerdo contigo. Montero pinta muy bien, siempre que siga puliendo sus carencias y no se lo crea.

    Saludos.

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  4. jajajajaajaja va a ganar el barca 3 1 santosss

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