jueves, 19 de enero de 2012

Cuando la superioridad se hace incuestionable.

No hay manera. Sin duda alguna, hoy día el Barça es infinitamente superior al Real Madrid. Llegó el nuevo clásico que muchos esperaban pero esta vez la competición copera era la protagonista. Distinto torneo pero mismo contenido técnico-táctico sobre el tapete, por lo menos en una de las partes confrontadas. El Madrid con mucha garra, mucho poderío físico pero escaso en muchísimos momentos del partido; el Barça, en plenitud de citados térmicos teóricos, que plasmó rayando una vez más la perfección sobre el verde, intentando convencernos de forma casi estruendosa, de que jugar al fútbol es cosa casi superfluo, pero nada más lejos de la realidad. Jugar como lo hizo ayer el equipo de Pep, y en el 99 % de las ocasiones, no es para nada sencillo; lo que ocurre que tener a jugadores como Xavi, Iniesta y compañía facilita las cosa., no mucho, sino de forma asombrosa en muchos momentos. Y la medular blanca., con Xabi Alonso, único jugador blanco que podría encajar en un sistema Barça y que hizo el peor partido que yo le he visto en mucho tiempo, más Lassana Diarrá y Pepe en la destrucción, no pudo ni podrá hacer durante mucho tiempo sombra a los dueños del balón, los magos de los tiralíneas.

Cuando me senté a ver el partido y tras el gol del Madrid, pensé. “El ritmo tan alto que te impone el Barça lo puedes aguantar 45-60 minutos, más no” Y efectivamente, los de Guardiola volvieron a dar por válido aquel refrán que decía tanto va el cántaro a la fuente. Y es que los cules son como una serpiente que poco a poco, sin prisa pero sin pausa, devoran a su roedor sin compasión pero de forma silenciosa, con su tacto del balón, con su juego de triángulos dibujados en el campo, y de formas geométricas que aunque parezca una tontería, hace que su colocación táctica sea casi perfecta en cada momento. Y mientras el Madrid, sin poder hacer nada salvo algunos arreones esporádicos, e incluso con artimañas antideportivas que hacen que algunos de sus jugadores manchen una camiseta de casi 110 años de historia que se ha paseado y demostrado en muchos episodios, y no solo de la historia del deporte, dando lecciones de maestría y señorío por todos los continentes de este planeta. Y sí, venció el juego posicional al contraataque, al correr muchas veces sin sentido y con la portería en mente pero con pocos argumentos que hagan disfrutar al espectador. Esa forma de mover la pelota, de llevarla de un lado a otro con una amplitud casi asombrosa sigue siendo la clave del éxito, con jugadores bajitos pero precisos y sincronizados como relojes suizos. Cansaron ellos solos al Madrid, lo aburrieron. Esa fue una de las claves del partido. De hecho, es siempre quizás la misma clave más lo que renueva cada partido el equipo. El Barça puede hacer un terreno de juego tan grande como el Santiago Bernabeu aún más grande. Increíble la amplitud que tuvo el equipo de Pep, con un Andrés Iniesta sublime – cada vez tengo más claro, que si Xavi no es el segundo español en llevarse el Balón de Oro, ese reconocimiento caerá en el de Fuentealbilla, aunque la verdad, tampoco lo necesita; es el mejor- que dio un recital extraordinario de controles, de tacto con la pelota, de regate, de conducción con la pelota pegada al pie, que se debería enseñar en todas las escuelas futbolísticas. Aburrió al Real y le obligó a correr demasiado sobre un terreno que se le hizo más eterno de lo que últimamente acostumbra. En definitiva, hizo un rondo más grande del que ya acostumbra a hacer. Me gustaría destacar a Alexis Sánchez; el chileno le dio una profundidad y movilidad asombrosa al equipo de Guardiola, llevándose incluso a varios defensas para la aparición de hombres como Fábregas que se ha convertido ya en pieza indiscutible en este equipo. Guardiola destacó en rueda de prensa al niño maravilla, que para mí fue de los mejores del partido, sobresaliendo por encima del mismísimo Leo Messi, que posiblemente nunca apareció tan poco y con tan poco – el poco en Messi es lo máximo en muchos- peligro en un partido como el de ayer. Además, los cambios constantes de posiciones de Fábragas, Leo y Alexis, propiciaron que jugadores como Coentrao o el recién estrenado Altintop, que no cuajó en mi opinión un mal partido, estuvieran bastantes veces fuera de sitio y pasando muchos problemas.

Y la historia se repitió y en los últimos meses todos la conocemos. El fútbol prosigue, dándonos lecciones de este deporte que cada vez engancha más, y que muchos se empeñan de forma más que acertadísima en hacer de él un disfrute total durante poco más de 90 minutos para el espectador. Es un juego como otro cualquiera, con connotaciones importantes por supuesto, y el que mejor lo interpreta, y ojo, lo ejecuta casi con cero errores, es el Barça. Hay Liga, y mucha Champions. Su superioridad en el fútbol mundial hoy día, es y se hace incuestionable. No hay duda.

miércoles, 11 de enero de 2012

Balón de Oro 2011: Cuando el pase no consigue hacer sombra al gol.

Y quizás es lo evidente en este deporte, pues como se suele decir, sin gol no hay fútbol.

Se volvió a encumbrar a Leo Messi como mejor jugador del año en Zurich. El rosarino, que quizás este año era más favorito respecto al anterior, en donde el peso del Mundial dio esperanzas para que Xavi o Iniesta se lo llevaran como reconocimiento particular a un estilo de juego conjunto que parece estos dos futbolistas han inventado. Había ciertas dudas acerca de si se premiaría al mejor jugador del momento actualmente, y por supuesto merecidísimo ganador del trofeo, o al jugador que ha revolucionado la forma de jugar al fútbol, ese estilo que combina facilidad a la hora de distribuir la pelota, criterio y sentido en cada pase, control y elegancia en cada paso que da sobre el tapete; por otro lado, acciones de extrema complejidad si nos atenemos a los porcentajes que suele plasmar el de Terrassa en cada partido, y que además añade el plus de divertir, de hacer disfrutar a la gente viendo a este jugador sean cuales sean los colores del aficionado. Pero no, fue finalmente el jugador más desequilibrante, el que nació como extremo para consolidarse como mediapunta y falso nueve en pocos años, el jugador más resolutivo posiblemente de la historia, y el que lleva el gol en al sangre, pero no olvidemos, el último pase en la cabeza. Cuestión a no olvidar. Leo Messi es el jugador del Barça que más asistencias dio en liga la temporada pasada. Hasta 19 dio el argentino, por 8 del catalán, hecho que da más valor aún a un premio que sin duda sin el trabajo de todo el conjunto no hubiera sido posible. Y es que parece que en ocasiones se intercambian los papeles, cuando Messi cae para recibir el balón desde más atrás, y Xavi aprovecha huecos en la parte superior para llegar con más claridad a portería. Por tanto, el pase no hace sombra de momento al gol ni posiblemente lo haga jamás, pero viendo los registros y no sólo los goleadores, el ganador del Balón de Oro 2011 engloba estos dos aspectos tan importantes en el fútbol. Una pena, ya que si Messi hubiese nacido en los años 2.000, Xavi tendría posiblemente los mismos balones de oro que el argentino tiene ahora.

MI RECONOCIMIENTO A XAVI HERNÁNDEZ.

Mi admiración por el '6' es más que reconocida, pero he de decir que intuía, como la mayoría, que Xavi no iba a conseguir el galardón; pero al inventor del fútbol modernísimo, como yo lo denomino, no le hace falta trofeos individuales para seguir siendo el mejor. El fútbol es un juego, con unas reglas, unas bases, dentro de las cuales, el catalán es el que mejor lo entiende. Y en los juegos, suele ganar el que mejor los interpreta, y el que a veces tiene más suerte. La suerte de Xavi, en lo futbolístico, es ser Xavi. Tener esa clarividencia en su mente para organizar su orquesta, para interpretar qué nota tocar en cada momento, y hacer que el resto sean importantes. Me pongo a pensar en cualquier equipo con Xavi. Posiblemente el de Terrasa en cualquier equipo encajaría igual de bien, aunque la sincronización con el resto no sólo es necesaria sino fundamental. Ha cambiado el fútbol; voy más allá; ha cambiado la velocidad del fútbol; más aún; ha dado un giro, entre todos los que da sobre el campo, a la forma de analizar el juego. Sabe cuando tácticamente hay que ir rápido y cuando lento, cuando llegar a portería aprovechando espacios o cuando estar siempre por detrás de balón; ha aprendido a jugar por delante de la pelota, de espaldas, y a desenvolverse como mediapunta. Ha aprendido, no tengo dudas, a tener un amplio abanico de posibilidades, de alternativas tácticas que antes de la era Frank Rijkaard no disponía, y que precisamente el holandés potenció. Pero sobretodo los que han aprendido han sido los de su alrededor, que cada vez que juegan junto a él avanzan lo que muchos en 10 partidos. Él el maestro del balón, el dueño del tiempo, y el encargado de hacer el fútbol más atractivo. Personalmente, creo que es el mejor jugador del mundo, a pesar de que no me gusta absolutizar las cosas. Se es mejor en una cosa u otra, pero no en todo. Pero su entendimiento es total, y hace que muchas pero muchas veces, te saque un ohh de la boca con su juego.

No quiere decir que Ronaldo, al que hay mencionar como balón de plata y que ha pulverizado todos los registros goleadores en liga, no lo merezca. Ni mucho menos. Pero la incidencia en el juego tanto de Xavi como Messi es mayor. Y al final, ésto es un juego y consiste en divertirnos a la vez que se juegan títulos importantes, a la vez que se hacen goles. Y de momento, el gol es importante, porque sin gol no hay fútbol, y sin pase…sin duda que tampoco. No queda tan lejos el hecho de que un jugador español ya sea Xavi, Iniesta o Fábregas gane este trofeo. De momento, y nos quedamos con eso, ganamos todos viendo su fútbol.