jueves, 18 de abril de 2013

Geoffrey Kondogbia, un diamante 'muy' en bruto.

Es el nombre de moda de los últimos días. Es más, parece incluso que ahora todos ya sabemos pronunciarlo bien cuando hace unos meses a su llegada nos hacíamos la pregunta: ¿Cómo dices que se llama, 'Kondo qué?'. Pero sí, este momento lleno de especulaciones y de flores por parte de todos a diestro y siniestro estaba claro que tenía que llegar después de sus más que buenas actuaciones; y es normal, suele ocurrir cuando un jugador de 20 años que nadie conocía al comienzo de la temporada llega a Sevilla de la mano de un Monchi que, nuevamente, y tras los últimos fichajes en donde la sorpresa no había sido positiva como ocurrió hace años con Daniel Alves, Kanouté, Baptista y compañía, parece que ha vuelto a dar con un diamante que en el futuro puede ser una gran joya en el fútbol europeo. Pero las cualidades de este material con el que el Sevilla está trabajando son aún muy impuras, por lo que un período de depuración táctico-técnica y psicológico es necesario para convertir al galo en uno de los mejores mediocentro de Europa.

Me parece, junto con el alemán Evert y el brasileño Leo Baptistao, las grandes sorpresas de la temporada en España. Creo que el francés le ha dado mucho equilibrio a la medular sevillista y que, desde la marcha de Keita y Poulsen, el Sevilla no tenía un mediocentro de tanto recorrido, y con una más que aceptable distribución de juego. Precisamente con la llegada de Emery al banquillo de Nervión, los galones del francés en el equipo han ido cogiendo protagonismo lo que le ha llevado a dar la mejor versión de sí mismo.Me gustó mucho contra el Barça en el Camp Nou donde mostró tener mucha personalidad, así como contra el Zaragoza y contra el Betis. Su llegada, su habilidad para la gestión de la posesión tanto en corto como en largo, su recuperación, hacen de él una versión mejorada de un Seydou Keita que en sólo una temporada dejó huella en el Pizjuán. Muchas son las similitudes que tiene con el malí, incluso hasta la posibilidad de abandonar el club tras una temporada en el mismo. Pero no nos equivoquemos. Kondogbia es un buen jugador pero no un muy buen jugador. Con 20 años, y como hemos visto en muchos partidos, la tranquilidad que tiene un jugador más hecho en determinadas fases del partido, el controlar las situaciones desfavorables para guiar de nuevo al grupo hacia un estado emocional y táctico adecuado, chicos de 20 años no los suelen tener. Muy pocos con esta edad lo han tenido. Pero este comportamiento es completamente normal, aunque pienso que lo peor para él puede llegar ahora con tanto foco sobre su espalda. La llamada de la selección gala no va a tardar; es más, me parece mejor jugador que Pogba al que en Francia ya ven como un recambio serio a la alargada sombra de Patrick Vieira; los continuos rumores sobre traspasos, cifras, etc, pueden hacer que los ojos estén puestos en otro lado que no sea al tapete verde. Creo que no es necesario recordar la multitud de casos existentes en los que un jugador con 20-21 años llega a un equipo grande y fracasa a pesar de haber sido el talismán de su anterior equipo. Y es que en un grande todo es inmenso, todo se magnifica, y como dice la propia palabra, en un grande están los mejores,  por lo que el nivel de exigencia es infinitamente grandioso. Es aquí donde la parcela psicológica entra en juego. Recordemos sino el caso de Iago Aspas esta temporada. Sensacional rendimiento del gallego durante todo el año hasta que en la prensa se descubre el interés de varios equipos por hacerse con sus servicios y su posible inclusión en una lista de Del Bosque para la selección. De ser el que sostenía al Celta en posiciones cómodas de la tabla a ser uno más e incluso, a veces, uno menos en el campo, y con un equipo vigués con muchas opciones de perder la categoría.

Y es que las posibles depuraciones no son sólo táctico-técnicas, sino psicológicas. Y para Geoffrey Kondogbia, la parcela táctica es muy mejorable. Con buen nivel técnico en su pierna izquierda, y un físico arrollador que le permite ser muy autosuficiente en la medular, la cuestión táctica y mental a la hora de tomar decisiones es fundamental  para seguir creciendo a pasos agigantados. El galo a veces actúa más por corazón, por pundonor, por potencia incluso antes de que su mente le dicte la orden precisa.  Y ese derroche es el que precisamente debe controlar para ser mejor jugador, un jugador que de momento tiene muy buena pinta pero que esperemos los flashes, las palabras, los runrunes no lo conviertan en un diamente que se quedó en bruto y no se pulió.Ahí es donde hay que exigir más a este jugador para que sea un grande del fútbol europeo y no se quede en el camino.  Por ello, a estar atentos con la nueva 'roca', la apisonadora Kondogbia.

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